SITUACIÓN ACTUAL Y PERSPECTIVAS
La capacidad instalada total de
energía geotérmica en el mundo era de 82 GW en 2015. El despliegue de
instalaciones de geotermia somera es el mayor, con alrededor de 50 GW
instalados en el mundo. En términos geográficos, la capacidad instalada se
distribuye principalmente entre América (producción de energía eléctrica),
Europa (uso directo y geotermia de baja entalpía –baja temperatura-) y Asia
(distribución uniforme entre todas las tecnologías).
La capacidad instalada en centrales
de producción de energía eléctrica se prevé que supere los 16 GW en 2020 con un
crecimiento medio anual previsto del 4%. En cuanto a la energía de uso directo,
los datos de los últimos años muestran una pérdida de peso específico de su
principal aplicación, los baños y piscinas, a favor de la calefacción de
distrito, la cual ha despertado el interés de muchos países europeos que están
apostando por su instalación en los últimos años.
En cuanto a las instalaciones de
geotermia de baja entalpía, el número de instalaciones a nivel global era de
4,16 millones en 2015, habiendo experimentado el mercado un crecimiento medio
anual del 8,5% en el periodo 2010- 2015. En Europa, donde los principales
mercados son Suecia, Alemania y Francia, se prevé que el mercado de este tipo
de instalaciones siga creciendo gracias al apoyo de la legislación europea
favorable al desarrollo de edificios más eficientes y a los objetivos en
energías renovables fijados para el 2020.
Capacidad instalada para el uso directo de la geotermia
por aplicación GWth; 2015
SITUACIÓN DEL
MERCADO Y TENDENCIAS TECNOLÓGICAS
En Europa el mercado de la geotermia
somera ha evolucionado de una distribución atomizada basada en pequeñas
empresas locales hacia un mercado dominado por grandes empresas manufactureras
de sistemas de calefacción y aire acondicionado. De ahí que los países de
origen de los principales fabricantes del continente coincidan con los
principales mercados de geotermia somera.
LA ENERGÍA
GEOTÉRMICA EN EUSKADI
La energía geotérmica cuenta en
Euskadi con una potencia instalada de 17 MWg y un aprovechamiento de 1 ktep (el
0,3% del conjunto de las energías renovables). Las más de 700 instalaciones
existentes en nuestro territorio se han puesto en marcha en la última década,
con una evolución ligada al ciclo de la construcción.
Por sectores, el 63% del
aprovechamiento energético corresponde al sector residencial, el 32% al sector
servicios, y el 5% a la industria.
De cara a los próximos años, la
Estrategia Energética de Euskadi 2030 (3E2030) establece el objetivo de superar
los 40 MWg en 2020 y los 250 MWg en 2030, aumentando al 2% el peso de esta
tecnología en la producción renovable autóctona.
Para avanzar hacia dicho objetivo,
el potencial de Euskadi se concentra en el aprovechamiento térmico de la
geotermia de baja entalpía. Se observa un potencial medio de aprovechamiento de
la hidrotermia y la aerotermia, y a largo plazo (horizonte 2030) un posible
aprovechamiento eléctrico.
El desarrollo tecnológico en la
geotermia de baja entalpía vendrá marcado, a corto y medio plazo, por el
establecimiento de unos estándares de calidad mínimos a cumplir por las
instalaciones que se realicen en Euskadi. La tecnología necesaria para la implantación
de este tipo de sistemas en viviendas unifamiliares no es compleja: estudio de
la demanda térmica del edificio, estimación de la longitud del circuito de
intercambio preciso, e instalación del equipo adecuado a la demanda estudiada.
Es importante resaltar que la
geotermia, además de ser considerada como energía renovable, presenta por su
naturaleza diversas ventajas frente a otro tipo de tecnologías:
·
Disponibilidad. Posible
utilización en cualquier entorno, independientemente de su ubicación (urbano,
rural, industrial, etc.) o su carácter geológico.
·
Versatilidad. Posibilidad
de suministro de calefacción, refrigeración e incluso almacenamiento, con una
única instalación.
·
Aplicabilidad. Admisión
de la hibridación con otras fuentes de generación renovable, tanto térmicas
como eléctricas, y permite asimismo su empleo para la “revalorización” de
calores residuales de baja entalpía.
Se trata por tanto de una tecnología
importante tanto para la gestión inteligente de los flujos de calor en los
puntos de demanda (industria y servicios), como para el almacenamiento de los
calores excedentarios para su uso posterior.
Referencia Fuente; https://www.eve.eus/